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Breves incursiones mitolgicas en torno a la fotografa de Javier Silva

Lecturas interxtuales alrededor de ciertos rudimentos1 de la Semitica

Jos David Garca Contto

Presentacin de la obra de Javier Silva


En medio de la variedad de la obra
fotogrfica de Javier Silva2,
destaca un grupo de imgenes al
que hemos denominado la serie
de aborgenes y animales en
alusin directa al tema visual
central de estas fotos, que consiste
principalmente en una serie de
retratos de gentes indgenas3.
Algunas de las fotos han sido
realizadas en ambientes
exteriores, y la mayora de ellas
sobre un fondo neutro (usualmente
gris con algunos matices); en
Rostro con peces Shipibo Conibo, Pucallpa, 1996
cualquier caso el individuo
retratado es presentado (casi siempre) aislado de su entorno contra un fondo de tela. El
hecho de que los sujetos representados estuvieran o no ubicados en algn tipo de edificio o
estructura (interiores vs. exteriores, un estudio fotogrfico), no es pertinente tanto
1
Vale la pena aclarar al lector entrenado y conocedor de la riqueza conceptual de la semitica, que este ensayo
no profundiza en las ltimas teoras (por ejemplo, tensividad), y ms bien se apoya en conceptos y
herramientas consideradas ya clsicas o rudimentarias (cuando no, a veces, anacrnicas) como el anlisis
semntico, y las estructuras semio-narrativas. Hemos credo pertinentes y suficientes estos conceptos para este
breve ejercicio. Baste sealar que la teora correspondiente ha sido tomada de Greimas, Courts y Quezada.
2
Fotgrafo peruano, nacido en Lima en 1959, inicia su obra fotogrfica hacia 1970, relacionada siempre con
los pobladores ms remotos del Per. Muchas de las imgenes aqu presentadas han sido tomadas de una
muestra titulada Piel del Amazonas, expuesta en Nueva York y Londres entre el 2004 y el 2005. La serie
fotogrfica aqu denominada aborgenes y animales es una seleccin de fotos de diversos periodos del
trabajo de Silva, con el tenor comn de ser retratos, y de contener siempre algn animal al lado del humano
retratado.
3
Afirmar en este punto peruano es prematuro, no obstante se puede fcilmente asumir ya que sabemos
dnde hizo el fotgrafo las imgenes. Es preciso, sealar aqu que no existe un tipo fsico indgena en el
Per, sino muchos. El sentido del trmino indgena crecer en densidad a medida que este texto progrese, pero
debemos anticipar que en los Andes, o en las junglas de la Selva Tropical peruana la mayor parte de los
pueblos tienen ancestros tanto espaoles como aborgenes (an ms frecuentemente en los Andes que en la
Selva). El lector debe tener presente que, a pesar de que los individuos retratados sern mencionados como
indgenas, su herencia racial o tnica es sobretodo mixta.
como el efecto de sentido de aislamiento de las figuras humanas que es creado por el fondo
neutro.

Primer elemento obvio, la figura comn a toda la serie es una figura humana, con un
aspecto no-caucsico o amerindio es lo menos que se puede decir (a pesar de ser una
manera bastante vaga de comenzar, es una mejor opcin que decir aspecto peruano, pues
eso slo creara dificultades en nuestro anlisis). Una descripcin lingstica general de los
cuerpos humanos representados sera: piel marrn/ bronce 4, cabello negro, ojos oscuros
o negros, narices redondeadas, y labios gruesos
5
. Las edades y gnero varan, pero se puede afirmar que no hay nios, ni infantes en
ninguna de las fotos de esta serie. Hombres y mujeres, jvenes y ancianos estn presentes
en esta muestra de las fotografas de Silva.

El segundo elemento figurativo recurrente es el animal, que ests siempre presente en todos
estos retratos; desde peces (en muchas imgenes y de diferentes especies), araa, caballos
(o cabezas de caballo),
pelcano, cndor y llama
estn en estos encuadres
fotogrficos. Estas presencias
animales tambin tienen en
comn otro aspecto
importante, estn muertos, es
decir, que su rigidez en la
imagen no es una pose a la
cual se somete al animal al
momento de la produccin
fotogrfica, sino que se trata
de animales muertos (los
peces fuera del agua estn,
indiscutiblemente, muertos;
las cabezas de caballo, la Rostro con peces Shipibo Conibo, Pucallpa, 1996

llama est disecada, etc.).


4
Es apropiado hacer la observacin de que las imgenes son en Blanco y Negro, por lo tanto
el color de piel, es un efecto de sentido y de una lectura habitual de este tipo de fotografa; se tratara de
gris oscuro en trminos estrictamente del plano de la expresin
5
In semiotics this is called a reconstructed figurativeness, since there is a jump from one semiological
system (visual) to another system (linguistic). So, the figures are linguistically re-presented; the purpose of
this term is to keep in mind that the word skin is not the same as the skin we see in the images.
Adems de su evidente clasificacin segn su medioambiente natural (agua, tierra o cielo),
construyen sistemticamente por su reiteracin una isotopa central de /naturaleza/ en el
corpus y en el discurso fotogrfico en estudio.

Presencias Animales. Interpretaciones mitolgicas vs. cotidianas

Como se acaba de mencionar, una de los elementos ms recurrentes en la fotografa de


Javier Silva es la presencia de algn animal, que est usualmente presentada alrededor, al
costado, encima o sostenida por la figura humana. La proximidad entre los dos elementos
es tal que sugiere semnticamente la unin entre ambas figuras visuales, an ms que
slo proximidad los animales aparecen visualmente superpuestos a las figuras humanas; por
lo tanto un emparejamiento semntico puede ser propuesto:

Nivel Figurativo Una criatura Dos o ms criaturas

Estrategia Visual Yuxtaposicin Separacin

Estado Narrativo /conjuncin/ /disjuncin/


Integracin Des-integracin
Posibilidades de Sentido Unificacin
Fusin Di-fusin / Adjacencia

Esto no es nuevo, en la teora Gestalt la proximidad6 es un principio de organizacin que


establece (siendo el entorno diferente) que los objetos o elementos que estn cerca uno a
otro (en el espacio o el tiempo) son percibidos como pertenecientes a una gran unidad que
los subsume. Como consecuencia se puede afirmar que la yuxtaposicin del humano y del
animal aparece visualmente como una unidad, y por lo tanto un trmino complejo es creado
(humano + animal). En un cuadrado semitico tenemos:

6
Donis A. Dondis. La Sintaxis de la Imagen. Introduccin al alfabeto visual. 11va. Edicin. Barcelona.
Editorial Gustavo Gili. 1995.
Criatura Hbrida - Fusin
(Es tanto humana como animal)

Humano Animal

No-animal No-humano

(Ni humano ni animal)

La criatura hbrida tiene muchas manifestaciones en diversas tradiciones mitolgicas, como


el centauro, el minotauro, la medusa, las harpas, los stiros e incluso los ngeles (para
mencionar unos cuantos hbridos humano-animal); tambin hay deidades (Anubis, en
Egipto, tena figura humana con cabeza de ave, Tritn tambin es otro ejemplo); y tambin
existen animales hbridos (el hipogrifo, pegaso, las grgolas, etc).

Para esta esta interpretacin mitolgica del trabajo de Javier Sivla, hemos elegido algunas
imgenes que convocan desde el ttulo la tradicin mitolgica occidental, (La Sirena,
2002, y Viejo Angel, Pucusana, Lima 2002), ms adelante veremos otra foto que no tiene
ttulo tan significativo (Anaconda, Iquitos, 2003)I

En estas primeras dos imgenes, no solo se presenta la yuxtaposicin, sino que la


verbalizacin del ttulo ancla la naturaleza mtica e hbrida de la presencia retratada por
la foto
. Se trata de un retrato no de un humano, si no de una criatura que se muestra
parcialmente humana y parcialmente pez, o parcialmente ave. El uso de figuras mticas,
construye, desde Silva, una visin particular y una representacin particular de la
/humanidad/ de las gentes aborgenes con las cuales estas fotografas nos confrontan.
La Sirena
Esta imagen recrea parcialmente la
tradicin occidental sobre las
sirenas (tradicin que antiguamente
representaba las sirenas como aves
con cabeza de mujer7, fue mucho
ms tarde que la representacin del
cuerpo femenino con cola de pez se
hizo popular), sirenas que se ven
habitualmente como bellsimas
mujeres con cola en lugar de piernas.
La Sirena, Iquitos 2002
Aqu Silva re-presenta una sirena no
con cola de pez, sino con un enorme vestido de pequeos peces que recubren
prcticamente todo el cuerpo de la mujer. La mujer no es la convencional bella y joven
mujer, sino una mujer de mediana edad (incluso ms que mediana edad) de rasgos fsicos
aborgenes, ella pertenece a la Selva tropical peruana (eso lo sabemos por el tipo de trabajo
que ha hecho Silva, no por la imagen en s misma). Sabemos de la existencia de algunos
mitos de la selva, perteneciente a diversos grupos indgenas, que hacen referencia a alguna
mujer-pez, que tiene eventualmente rasgos de diosa del ro; no obstante, considerando
la universalidad (es decir, la extendida popularidad de esta figura en diversas culturas) es
posible decir que tal diosa o figura mtica es representativa de la trascendencia del pez y
del ro como elemento de vida, supervivencia y experiencias cotidianas para los habitantes
de la selva (o de cualquier otra regin del planeta en que se depende del agua de un ro y de
su pesca).

A nivel de un anlisis semntico, anterior a la /divinidad/ de la criatura presentada


visualmente (cualidad que se le atribuye a la sirena en la mitologa), existe un rasgo comn
a estas criaturas hbridas, este es la /superioridad/ de las sirenas por encima de los seres
7
Real Academia Espaola. Diccionario Esencial de la Lengua Espaola. Madrid. Espasa Calpe, 2006. Entrada:
Sirena.
humanos. Adems, hay un rasgo semntico /acuoso/ (evidentemente) en esta criatura que
est atada o al menos depender del agua como elemento vital.

Criatura
Pez Sirena Humano
Aspectos
Dominio /acuoso/ /acuoso/+/terrestre/ /terrestre/
Jerarqua /inferioridad/ /superioridad/ /inferioridad/
/divinidad/
Caracteristicas
/animalidad/ /animalidad/+/humanidad/ /humanidad/
inherentes
/natural/ /sobrenatural/ /natural/

De acuerdo a la mitologa griega, las sirenas eran Naiadas, un tipo de ninfa que rige y
gobierna y habita las fuentes, riachuelos, vergeles, y manantiales; de la misma manera en
que los dioses de los ros se hacen cuerpo en los diversos ros, incluso en el modo en que
antiguos espritus habitan las aguas quietas de los pantanos, pozos, lagunas y lagos. As,
siguiendo la tradicin griega, se puede afirmar que la sirena de Silva es una ninfa del ro de
la selva tropical, o una ninfa de laguna; ya que por la evidencia visual en la fotografa, no es
posible determinar si el agua de la cual emerge nuestra Sirena es un ro, una cocha, un
pantano, o un lago.

En muchas culturas nativas en lugares de selva tropical los ros (al igual que las criaturas de
los ros como cocodrilos, serpientes y peces) son objeto de divinizacin, debido a que el
estilo de vida de ese grupo humano est organizado alrededor del ro como medio de
supervivencia (comida) y transporte (casi toda la comunicacin con otras comunidades se
hace va fluvial), por lo tanto toda la vida gira en torno al ro (incluso las inundaciones).

Si bien los peces no son la nica fuente de alimento en la selva tropical, son sin duda, la
fuente ms abundante y fcil de conseguir, as que ms all de la mitificacin o
mistificacin del ro o de los peces, ambos son evidentemente una parte fundamental de sus
vidas diarias, y de su relacin con el entorno como cultura y como individuos.
Las principales diferencias de la sirena de Silva son, para empezar, que esta representacin
femenina est lejos de la belleza occidental femenina, y por otro lado, la sirena no tiene
cola de pez, sino un vestido de peces. Rpidamente, dos interpretaciones surgen
inicialmente, la sirena es la forma humana del espritu del ro y de los peces vieja y
sabia (existe una conexin cuasi-universal que relaciona la vejez con la sabidura); o la
sirena es simplemente una dama nativa entrada en aos, que representa (incluso sin
proponrselo) a su gente, en una relacin estrecha con aquello de lo cual depende (el agua)
y con su alimento cotidiano (los peces). Esta ltima interpretacin est conectada ms con
lo cotidiano, y las actividades comunes y diarias de las gentes de la selva tropical, donde
pescar, cocinar y comer pescado es tan comn como tomar el bus, el tren o el metro para las
gentes de las grandes ciudades.

Otra imagen que debe ser comentada aqu es Pez


Tigre, ya que podra representar a una sirena (sireno
en su caso), pero con una estructura corporal
totalmente invertida, debido a que la cola de pez no
est en lugar de las piernas, sino encima de la cabeza.
En concordancia, con la idea propuesta previamente,
que estas imgenes recrean criaturas hbridas, en
Pez Tigre nos presenta con una nueva especie de
sireno. Por supuesto que para darle una
presentacin ms agradable a este nuevo sireno podemos sugerir una obliteracin
visual, que consiste en tomar el cuerpo de pez y la cabeza humana para esta nueva criatura.
Este proceso de poner en suspenso una parte de la imagen (o de la representacin de
alguna de las figuras en la fotografa) es uno bastante comn cuando se trata de leer las
imgenes de Silva en clave mitolgica muchos de los retratos propuestos por ste fotgrafo
peruano.
Viejo Angel

En esta imagen, al igual que en la de


Pez Tigre, es conveniente
obliterar la presencia de las sogas
que sostienen las manos y que,
suponemos, mantienen al pelcano
con una soga a la espalda del
hombre. De esta manera,
favorecemos la interpretacin que
sugiere el ttulo de la imagen, y as
poder establecer la presencia de un
Viejo Angel. Pucusana. Lima, 2002
ngel en la fotografa. Aqu cabe
mencionar que existe una doble lectura mtica, primero, debido al ttulo la iconografa
occidental de los ngeles se impone como clave de lectura de la foto. Claro est, el ngel no
un elemento mtico exclusivo del cristianismo en occidente (otras civilizaciones en
occidente tambin lo tienen), y en otras culturas, tradiciones y religiones tambin aparecen
figuras similares. Para este anlisis,
es necesario elegir una de estas
tradiciones, y debido al contexto
religioso peruano, donde el
catolicismo se ha impuesto por
varios siglos, por lo tanto parece
razonable utilizar esta cultura visual
como elemento de lectura. Existen,
entonces, algunas disonancias
Byzantine Image. Angel Michael 1000 AD
visuales entre el ngel de Silva y el
http://www.artsales.com/ARTistory/angelic_journey/
reconocido patrn visual cristiano;
ste ltimo tiene una apariencia visual distinta, tiene una figura humana completa.
Ms an, en las tradiciones cristianas (como en otras religiones) el ngel es un ser celestial
que tiene materia etrea, y como tal se puede manifestar al humano en cualquier manera
que sirva a sus propsitos o misin. Esta sustancia espiritual y etrea es la que se representa
por medio de las alas. Algunas de las imgenes de ngeles en el arte cristiano primitivo son
idnticas a descripciones anteriores de dioses como Zeus, Eos, Eros, Thanatos y Nike en el
arte clsico pre-cristiano y a algunos seres divinos en el arte mesopotmico El uso de las
alas sugiere una convencin artstica simplemente construida con la intencin de significar
la figura representada como un espritu.

Como anticipamos hace un momento, existe otras


criaturas divinas mticas con apariencia de gente-
ave. Est, por ejemplo, Garuda, una divinidad
hind menor, representada con un cuerpo dorado
semi-antropomorfo, rostro blanco (casi-humano),
alas blancas (o rojas, segn la tradicin), pico de
guila, brazos con manos (y uas como garras) y
piernas (con patas de ave). La figura de Garuda
se extiende a travs de las tradiciones orientales
en el Budismo y en diferentes culturas (Japn,
Vishnu riding on the back of Garuda
Tailandia e Indonesia, por mencionar algunos), http://www.dharmakshetra.com/demigods/
demigods%201.html
con variaciones de color y estructura corporal. El
rol de Garuda en la mitologa es extremadamente variado, pero, coincidiendo con la
tradicin judeo-cristiana, es una entidad menos que los dioses (o que Dios), al servicio de
los dioses, y mayor en poder y altura espiritual que los hombres (a quienes tambin
sirve).

Tal como la sirena, la figura del hombre-ave es tambin una representacin casi universal
en diferentes mitos y tradiciones en el globo. Y otra vez, la figura tiene una fuerte carga
semntica de /divinidad/ asociada. An ms interesante que la sirena, el ngel tiene una
relacin ms cercana con las divinidades de arriba, superiores, o con El dios. En la
estructura cristiana, los ngeles son mensajeros y fieles sirvientes, tambin guas y
protectores de los humanos (no olvidemos el rol de ejecutor de castigos, que asumen los
ngeles al final del mito de la Cada del hombre en el pecado original, los ngeles son
guardianes del paraso que luego de la desobediencia, queda prohibido para el humano).

Aparte del ngel celestial o espiritual en la imagen de Silva, impuesto parcialmente por
el nombre de la fotografa, existe otra lectura mitolgica importante por revisar. sta se
refiere estrictamente a las figuras animales en la imagen, el pelcano y los peces en su
yuxtaposicin con el humano, aparece otra lectura que se le puede imponer a la imagen. Se
trata esta vez de una criatura hbrida con cuerpo y cabeza humanas, alas y cabeza de
pelcano y un cuerpo de peces; criatura ms animal que humana y no necesariamente divina
o celestial. De cualquier forma se trata de una nueva especie hbrida, una que puede estar
en los cielos, en la tierra y en el mar, casi de la misma forma que un pelcano puede volar
sobre la costa y el mar, tocar el mar (comer peces), o incluso la posibilidad de que una parte
de su cuerpo permanezca en el agua..

Criatura
Pez Humano Pelcano ngel
Aspecto

Dominio
/acuoso/ /terrestre/ /areo/ + /marino/ /marino/+/terrestre/+/areo/
Jerarqua
/inferioridad/ /inferioridad/ /inferioridad/ /superioridad/
/celestial/+/espiritualidad/
Caractersticas
/animalidad/ /humanidad/ /animalidad/ /animalidad/+/humanidad/
Inherentes
/natural/ /natural/ /natural/ /sobrenatural/

De otro lado, aparte de las interpretaciones mitolgicas, es inevitable poner en evidencia la


lectura cotidiana sobre la imagen. Tanto el pelcano como el hombre son pescadores,
recogen su alimento del mar (evidentemente el pelcano est relacionado con el mar, y
Pucusana es un pueblo-balneario al sur de Lima), as tanto para el pelcano como para los
pescadores los peces en la parte baja de la imagen son el resultado un da de trabajo en el
mar. Cabe aadir que los pescadores usualmente se guan de los pelcanos para saber en qu
parte del mar hay bancos de peces, esto convierte la pesca en un actividad ms fructfera
para el humano. Esta lectura nos lleva hacia una imagen que construye una estampa
relativa a la vida cotidiana del pescador de mar en la costa peruana.

De otro lado, el pelcano por s solo tiene simbolismos notables. En el saber popular
antiguamente fue estigmatizada como un ave codiciosa y traicionera, e incluso en la
tradicin hebrea es un emblema de desolacin; no obstante en la tradicin europea
medieval se le conoci como modelo de amor maternal y devocin, a veces tanta que se
deca que mataba a sus cras por ahogo o por golpearlas con sus alas y luego de llorar sus
cras por tres das, les devolva la vida con sangre que era sacada del pecho (es decir, la
madre se haca una herida y de ah daba a beber a sus cras muertas). Esta figura literaria
fue usada por los cristianos medievales como smbolo de la resurreccin cristiana, al punto
que Dante llam a Cristo nuestro pelcano8. Adems, no podemos dejar de lado el hecho
de que el pez es tambin un conocido smbolo cristiano, originado en un anagrama que
resume el centro del dogma cristiano 9. En esta lnea de reflexin la imagen de Silva podra
ser una ingeniosa simbologa total de Cristo, la humanidad y el dogma cristiano.

Pero creemos que el pelcano en la fotografa de Silva est lejos de representar o invocar al
pelcano cristiano, no hay seales en la imagen de sangre, herida o de las cras del pelcano.
No obstante, si las figuras son consideradas por separado, y asumimos la dependencia del
humano al pelcano (puesto que, como mencionamos antes, el pescador depende del
pelcano para un buen da de pesca), se puede llevar la lectura de la imagen hasta decir que
el humano es (parcialmente) una suerte de cra que el pelcano est alimentando. En este
sentido (limitado ciertamente) el simbolismo cristiano es til para entender otro tipo de
relacin que se establece entre las figuras criaturas de la fotografa.
8
Dante Alighieri. La Divina Comedia. Madrid. Ediaf, 1989. Canto XXV: Es ste, quien yaciera sobre el
cuerpo de nuestro pelcano, y ste fue desde la cruz propuesto al gran oficio.
De otro lado, la Iglesia confiesa esta fe con las palabras de santo Toms de Aquino, implorando: Pie
Pellicane, Iesu Domine, me immundum munda tuo sanguine, cuius una stilla salvum facere totum mundum
quit ab omni scelere
(Seor Jess, bondadoso pelicano, lmpiame a m, inmundo, con tu sangre, de la que una sola gota puede
liberar de todos los crmenes al mundo entero); tomado de la pgina web Conocereis de Verdad:
http://www.conocereisdeverdad.org/website/index.php?id=5322. Visitado el 4 de Marzo de
2008.
9
Pez en griego se dice IXTHUS. Con las letras iniciales de esta palabra los cristianos de los primeros siglos
formaron un acrstico, que rezaba Isous Xhristos Theou Hyios Soter (Jesucristo, de Dios el Hijo, Salvador).
Iesous = Jess, Xristos = Cristo, THeou = de Dios, Uios = Hijo, Soter = Salvador
texto
Foto de Silva Mito del Pelcano Salvacin cristiana
rol

Donante Pelcano Madre Cristo

Regalo Peces Vida Salvacin

Benefeciario Pescador Cras Humanidad

Esta analoga intertextual revela que la imagen de Silva, an en la ms simple lectura de la


vida cotidiana, se puede acercar a representar valores profundos y universales que
trascienden a los mitos locales o estrictamente peruanos. La estructura mtica de una
entidad superior protegiendo a la humanidad (pescador o humanidad) y proveyendo para
ella es un mito universal.

A pesar de la extensin o uso de esta estructura narrativa o de los sentidos proyectados, la


historia que cuenta la fotografa es local. Ms all las imposiciones verbales mticas o
msticas (las lecturas propuestas), el sentido principal de la fotografa recae sobre asuntos
ms terrestres y convoca finalmente a una lectura con los pies en la tierra alrededor del
pelcano, el pescador y el resultado de un da de trabajo. En este caso, la verbalizacin del
ttulo de la fotografa produce la triple lectura de referirse a la criatura mtica (pelcano-
humano-pez) como Viejo ngel, slo al anciano (quien posiblemente tenga por nombre
ngel), o incluso si para el pescador, el pelcano (ya muerto) ha sido toda la vida un
ngel que le ayudaba con la pesca diaria.
Anaconda

Esta imagen da lugar


a varias reflexiones,
particularmente una
relativa al teln y el
fondo (que se est
llevando a cabo en
otra investigacin).
Evidentemente, la
presencia de una
anaconda alrededor
de un hombre tiene
lecturas
ineludiblemente
mticas. An cuando
Anaconda, Iquitos 2002
la anaconda no es la
mtica serpiente del Edn, su presencia enroscada en el nativo, en medio de un fondo de
abundante vegetacin (dejemos de lado el teln de fondo que separa la figura humana del
fondo vegetal), insina claramente el mito bblico de Adn y Eva, el pecado original y la
malvada serpiente que los tienta eficazmente a desobedecer a Dios. De la amplia variedad
de representaciones visuales del relato bblico, consideramos til tomar una imagen
clsica por un connotado artista; de otro lado, esta imagen nos pone contacto con
elementos visuales claves y algunos pedazos de la historia que sern subrayados un poco
ms adelante (adems, en el fresco de Miguel ngel la serpiente ednica tiene similitudes
en longitud con la serpiente de Silva).

Los elementos ausentes (la mujer desnuda, la representacin de un ngel y su gesto final de
expulsin) podra poner este mito lejos de la lectura de Anaconda. No obstante, los
elementos figurativos comunes (naturaleza, hombre desnudo, serpiente) son suficientes
para sugerir un aire de familia visual entre la cada y expulsin y Anaconda. La
desnudez y la naturaleza sugieren con fuerza una armona entre el hombre y la naturaleza10.

Miguel ngel. Cada y expulsion del Jardn del Edn. 1509-10


Fresco, 280 x 570 cm
Cappella Sistina, Vaticano

Claro est, que en el mito bblico esta armona se pierde, mientras que en la fotografa de
Silva la armona esta presente (o se ha reencontrado?), pues la serpiente no es ah una
malvada manipuladora, sino simplemente un animal, y representa lo natural.

De otro lado, en busca de otra lectura mtica con elementos figurativos similares (humano
desnudo y serpiente), es posible encontrar un mito que tiene incluso otro elemento en
comn, esto es, uno postural, el humano sosteniendo una serpiente con sus brazos y
alrededor suyo; esta comparacin nos puede llevar otra interesante comparacin intertextual
de naturaleza icnica:

10
Recordemos que los primeros espaoles en llegar al Nuevo Mundo atribuyeron aspectos de paraso
perdido al mundo de los indgenas que ellos encontraron en las islas caribeas. Varios siglos despus el pintor
Gauguin encontr (y pint) un paraso similar (humanos desnudos en medio de la naturaleza) en las islas de
la Polinesia.

Anaconda, Iquitos, 2003 (detalle) Laocoonte, c.175 150 AC.


11

Una vez ms, existen elementos diferenciadores entre ambas representaciones visuals,
nuestro indgena desnudo no est luchando o gritando como Laocoonte lo hace, ni est
protegiendo a sus hijos. De otro lado, el detalle seleccionado de la fotografa de Silva deja
de lado (deliberadamente para esta comparacin) el ambiente natural que lo pona cerca del
mito ednico, y, al tomar el fondo blanco se acerca a la representacin de Laocoonte.

An cuando se podra afirmar que la postura general es similar en algo hombre


sosteniendo serpiente, los gestos faciales y corporales son radicalmente opuestos en estas
dos imgenes. Si acaso Anacoda puede representar armona, Laocoonte expresa sin
lugar a dudas conflicto, dolor, lucha. La presencia de los humanos pequeos aade
drama al relato, en la lucha por sobrevivir al ataque de la serpiente. Finalmente, la serpiente
no es un manipulador, sino simplemente un animal (asociado, en ltima, al semantismo
de /naturaleza/) contra el cual luchan los humanos, y que en el relato mtico, finalmente los
mata. La mitologa griega (empezando con la Envida de Virgilio) nos dice que Laocoonte
era un sacerdote de Troya, y a l le fue revelado que el famoso Caballo de Troya
representaba la muerte para los troyanos, Laocoonte advirti al pueblo troyano;
lamentablemente mientras realizaba un ritual en la orilla del mar, los dioses (Atena, Apolo

11
La escultura de Laocoonte es atribuda a los escultores de Rodas: Agesandro, Atenodoro y Polidoro.
o quiz Poseidn12) castigaron a Laocoonte para evitar que los troyanos se percaten del
engao y enviaron serpientes marinas para matarlo a l y a sus hijos.

Hacia una Intertextualidad 13

As, frente a estos tres mitos con notables similitudes visuales, una comparacin
intertextual se puede proponer en tres diferentes niveles. Luego pasaremos a explicar de
qu modo Anaconda produce una contrariedad con los otros dos mitos, particularmente en
el nivel narrativo.
Texto
Mito

Nivel Anaconda de Silva La cada y expulsin .. Laocon


Hombre cohabitando Padre luchando por su
Humanidad dejando el paraso
con naturaleza vida y la de sus hijos
Relato
Ambiente Natural Ambiente Natural -----
Serpiente Serpiente Serpiente
Hombre desnudo Hombre desnudo Hombre desnudo
Figuras
----- Mujer desnuda -----
----- ----- Nios desnudos
gesto armonioso gesto de expulsin gesto de lucha

Actores Hombre Serpiente Dios Serpiente Hombre/Mujer Hombre/nios - Serpiente


Estructura
Contrato Ruptura de contrato castigo Conflicto
Narrativa

12
En la Envida de Virgilio, el rol de Laocoonte es el del sacerdote que advierte a los troyanos del riesgo de
aceptar presentes de los griegos. En torno a las circunstancias de su muerte, los textos antiguos no se ponen de
acuerdo. Probablemente el autor que precis ms las razones del castigo que sufre Laocoonte fue Quinto de
Esmirna, poeta pico que relata en ms de 12 libros Posthomricas la continuacin y detalles de la guerra
de Troya, quien seala la muerte del sacerdote mientras haca un sacrificio a Neptuno. Y finalmente, otro
poeta an ms desconocido, Euforia de Calcis, seala que se trata de un castigo de Neptuno por una grave
falta.
13
La intertextualidad es una relacin entre dos o ms textos que se citan o aluden el uno al otro, o se conectan
de alguna manera. En el trabajo de Roland Barthes, la intertextualidad es el concepto que explica cmo el
significado de una de arte no reside en la obra misma, sino en los espectadores. En el trabajo de Julia Kristeva
(quien acu el trmino en su obra de 1966 ..) la intertextualidad sugiere la interdependencia de textos, y el
continuo diferemiento de sentido y significados a travs y entre los textos. De otro lado, tenemos que: Le
terme d'intertexte, considr d'abord comme une notion pr-thorique, dsigne, sommairement, un objet
culturel, voire mme certaines de ses composantes. La cration, la forme et les modes spcifiques de
signification d'un tel objet (littraire, thtral, filmique, mdiatique, pictural, etc.) prsupposent des donnes
prconstruites, dont la forme se manifeste ou peut tre comprise comme un texte. Entrada intertextualit
elaborado por Hans Ruprecht (2006) en DITL, Dictionnaire Internationale de Termes Literaires. En :
www.ditl.com . Visitado el 4 de Marzo de 2008.
De la mitologa a la ecologa

A pesar de las simlitudes figurativas, en niveles ms profundos las diferencias hacen de esta
triple comparacin una oposicin, y finalmente podemos organizar los mitos como
manifestaciones de diferentes trminos de un cuadrado semitico (particularmente en
referencia a la oposicin contrato-conflicto). El nivel narrativo revela que la diferencia
es la de una oposicin clara entre Laocoonte y Anaconda, pues el primero muestra el
puro conflicto (humanos contra la serpiente) 14 mientras que el ltimo muestra un contrato
natural de convivialidad. El caso del mito del Edn, es un poco ms complicado, debido a
que el mito construye una armona inicial (hombre Dios naturaleza) que es rota por la
infraccin (pecado original) esta desobediencia es castigada con la expulsin del Edn
(naturaleza), si bien lo central es la ruptura de contrato entre Dios y la humanidad, existe
una consecuencia evidente de esta separacin, y es que el hombre se separa de esta relacin
idlica con la naturaleza (el Edn), y desde ese momento la humanidad ya no vive
fcilmente de los frutos de la tierra, sino que debe obtenerlos con el sudor de su frente.
Este mito se puede ubicar tambin en el cuadrado semitico antes propuesto, de la siguiente
manera:

Cuadrado semitico de relaciones actanciales entre natura cultura

Anaconda Contrato Conflicto Laocoonte

? No-conflicto No-contrato Mito de Edn


(contrato posible) (conflicto posible)

14
Por supuesto que estamos tomando la imagen de Laocoonte un poco fuera de la leyenda que representa. Pero,
si en efecto la muerte de Laocoonte fue un castido de Poseidon, el dios de los mares, se sigue (sin mucha
elaboracin) que Laocoonte fue muerto y castigado por la naturaleza. Ya sea considerando a las serpientes
marinas aisladas (naturaleza), o su orgen poseidnico, Laocoonte lucha contra la naturaleza y muere a
mano de ella.
En otras palabras, en la relacin que se puede establecer entre estos tres mitos, la fotografa
Anaconda puede representar un estatus inicial ednico natural previo a la cada de
la humanidad, mientras que Laocoonte es capaz de representar un conflicto entre el hombre
y la naturaleza.

Debe tomarse en consideracin que la relacin original aqu propuesta es bsicamente


visual, y que cada imagen tiene un origen y contextos diferentes (una serie de fotografas
del Per, un mito o leyenda griega, y el mito bblico de la cada del hombre de la gracia de
Dios). De otro lado, tambin es pertinente tomar en cuenta que la vida de un mito muchas
veces excede su nacimiento y sus significados o interpretaciones de origen, y que stos
sentidos o significados suelen cambiar (a veces de modo radical) en el tiempo y el espacio
en la historia humana. La imagen de Laocoonte, inmortalizada en Rodas, es finalmente una
nueva versin (visual) mtica de una vieja leyenda literaria (vieja incluso para el momento
en que los escultores lo hicieron). Lo mismo ocurre con la imagen de la Capilla Sixtina por
Miguel ngel. Los mitos son re-mitificados, y contados y re-contados, donde contar es
enunciar; la enunciacin y la manifestacin se puede dar en diferentes lenguajes y soportes
materiales, aquel que pinta un cuadro, cuenta una historia, o hace una fotografa enuncia,
manifiesta sentido, y le es posible contar una nueva historia, leyenda, mito sobre la base
de otros mitos.

Algunas ideologas de la naturaleza

Por supuesto, que este ejercicio de intertextualizacin de mitos no queda al azar o la suerte,
se funda en la continuidad de los mitos y los relatos en diferentes culturas, y en la
universalidad de algunos valores semnticos fundamentales (vida muerte, natura
cultura, masculino femenino, entre otros). La relacin del ser humano con su medio
ambiente es un aspecto fundacional de las culturas humanas, cosmologas y cosmogonas
mticas y religiosas tratan de establecer una relacin, y finalmente una jerarqua entre
hombre y naturaleza.
Los recorridos posibles en el cuadrado semitico anterior, se convierte en una
reconstruccin mtica de la relacin que el ser humano sostiene con la naturaleza. La
civilizacin occidental ha concebido su relacin con la naturaleza sobre la base de la
superioridad humana para gobernar y dominar sobre la tierra, y el derecho de la especie
humana (concepcin judeo-cristiana del hombre como la cumbre de la creacin y como
imagen de Dios, incluso el relato del Edn nos dice que el hombre debe enseorearse y
dominar sobre la creacin15) para explotar y usar los recursos naturales sin proponerse
lmites (incluso de considerar a los animales como mquinas sin ningn tipo de alma16).

El esquema mundial contemporneo econmico se basa en la explotacin y


procesamiento de recursos naturales, muchas veces de recursos no renovables (petrleo, por
ejemplo). No es necesario proponer de evidencias sobre algo que flota en el ambiente
noticioso y cientfico de la sociedad contempornea, el ritmo actual de explotacin
planetaria de los recursos conduce a panoramas desoladores en los prximos 50 o 100 aos.
Es precisamente en esta direccin que una cantidad significativa de pases haya buscado
ponerse de acuerdo para reducir el impacto de la explotacin y consumo de recursos, as
como reducir la emisin de agentes contaminantes en el medio ambiente. El Protocolo de
Kyoto desde 1997 es una intencin y proyecto planetario por revertir o minimizar el dao
que determinado modelo de relacin natura cultura ha producido en la naturaleza.

No es tampoco una casualidad que el personaje que rechaza esta inclinacin de casi todos
los pueblos del planeta, el nico pas que no ha ratificado el protocolo, Estados Unidos de
Amrica, sea tambin el mayor contaminante del planeta y una de las economas ms
industrializadas en el orbe. La no ratificacin de este acuerdo internacional, simplemente es
el reflejo una ideologa que se resiste a desaparecer y que consolida su predomino,
15
El professor MacAuley critica a Arendt cuando ella afirma que la nocin del hombre como seor de la tierra
es una caracterstica de la edad moderna (H. Arendt. La Condicin Humana. Barcelona. Seix Barral, 1974,
Pgina 130), a lo cual MacAuley responde que el dominio humano y la dominacin sobre la Tierra es mucho
ms antigua y ms profundamente enraizada de lol que indica esta afirmacin (la de Arendt), y segundo,
existen muchos pasajes en la Biblia que establecen o proponen al hombre como seor de la Tierra. David
MacAuley (Ed.).Minding Nature: The Philosophers of Ecology. Guilford Press. New York. 1996. Pgina 115.
Ver tambin: Jeanne Kay, Concepts of Nature in the Hebrew Bible En: Environmental Ethics. 10, no. 4
(1988): 309327.
16
Ren Descartes. El Discurso del Mtodo. Madrid. EDAF, 1988. Parte V. Pginas 26 37. En todo caso, sera
injusto culpar nicamente al cristianismo de la ideologa de la supremaca de la especie humana entre los seres
vivos.
ideologa de dominacin de la naturaleza, ideologa de preeminencia de la especie humana
(y de sus intereses) por encima de su entorno y de cualquier otra especie.

El modo en que los diferentes pueblos pre-industriales o pre-capitalistas se relaciona con la


naturaleza es definitivamente opuesto a esta ideologa de preeminencia del humano sobre la
naturaleza. En este sentido, precisamente la mitologa antigua y de los pueblos indgenas es
(tambin) un reflejo de una relacin ms equilibrada con la naturaleza. Una parte de lo que
hemos visto en este artculo pone en evidencia el aspecto divino de elementos o figuras
de la naturaleza, y en tanto tales, superiores al ser humano, y ante los cuales la especie
humana debe someterse en obediencia.

Desde tiempos inmemoriales la fuerza destructiva de la naturaleza ha sido vista como


castido de los dioses (de Dios) o de la naturaleza misma. Como ejemplo, y dentro de la
doctrina judeo-cristiana, tenemos el Diluvio Universal, que Dios enva como castigo a la
humanidad debido a su grado de corrupcin y alejamiento de la verdadera creencia. Es
curioso apreciar, que esta raz ancestral como modo de pensar sigue del todo vigente en
pleno siglo XXI. La naturaleza y su fuerza destructora, para empezar reciben nombres
humanos (los huracanes y tormentas tropicales reciben nombres humanos: Andrew,
Katrina, etc.) o fenmenos naturales reciben aspectos antropomorfos (el fenmeno del
Nio).

Es curioso tambin, que algunos grupos ecologistas aprovechen la notable violencia en los
ltimos aos de determinados fenmenos climticos, para afirmar que la Naturaleza se est
vengando del abuso y uso indiscriminado de recursos. Y, ultimadamente, dejar que esta
explotacin contine puede conducir (si es que no lo ha hecho ya) a daar los recursos
planetarios hasta agotarlos, y eventualmente inhabilitar al medio ambiente, al punto de
hacer insostenible la vida en cualquiera de sus formas.
Este ttrico panorama (propuesto por muchos ecologistas 17) es una imagen contempornea
de Laocoonte, la humanidad atacada (castigada?) por los elementos naturales. Se dice en
los medios noticiosos de modo habitual que una tormenta esta atacando una determinada
regin, o que una ola de fro no da tregua. Aqu, un ejemplo excepcional tomado de la
CNN en relacin al desastre del sur de Estados Unidos despus del Huracn Katrina,
donde se pone en evidencia el modo en que el lenguaje comn y el saber popular se refiere
a los fenmenos naturales destructivos:

Katrina el terrorista. Tormenta ataca blancos identificados por el


FBI. Por Henry Schuster. CNN. Octubre 12, 2005. Nueva Orleans,
Louisiana (CNN). Aqu solo hay un terroristam dijo un Guardia
Nacional de Louisiana, mientras se alejaba del Centro de
Convenciones de Nueva Orleans, y su nombre es Katrina (.)
Aquello para lo cual nos preparamos, relacionado a un ataque
terrorista, nos lo ha dado la Madre Naturaleza.

(Katrina 'the terrorist'. Storm hits targets identified by the FBI. By


Henry Schuster. CNN. Wednesday, October 12, 2005. NEW
ORLEANS, Louisiana (CNN) -- "There's only one terrorist around
here," said the Louisiana National Guardsman, as he paced outside the
New Orleans Convention Center. "And her name is Katrina." ()
"What we were preparing for, relative to a terrorist attack, had been
handed to us by Mother Nature.) 18

De otro lado, la tradicin y cultura de los pueblos indgenas ha desarrollado y sostenido en


el tiempo una relacin, lo menos decir, ms cordial con su medioambiente. De ah la
naturaleza contractual de la relacin entre humanos y naturaleza, no obstante existe dos
tipos de acuerdo entre el hombre y la naturaleza de acuerdo a la jerarqua que se le
otorgue a cada trmino. Es decir, que los pueblos aborgenes y las culturas pre-industriales
desarrollan su contrato en base a una posicin de inferioridad frente a la naturaleza,
pues precisamente ese es uno de los aspectos que reflejan mitos y leyendas:

17
El ms conspicuo representante de este grupo de ecologistas es James Lovelock, que curiosamente, ha
titulado su ltimo texto: The Revenge of Gaia (La venganza de Gaia). Basic Books, Londres, 2006. Si bien
Lovelock seala con apasionamiento el peligro real e inminente para el planeta y la especie humanas, la
comunidad cientfica responde con escepticismo a sus advertencias. Lovelock tampoco es un filsofo, ha sido
sobretodo cientfico e inventor. La pgina web del autor contiene gran cantidad de informacin sobre el tema:
http://www.ecolo.org/lovelock/. Visitada el 5 de marzo de 2008.
18
CNN News. http://www.cnn.com/2005/US/09/21/schuster.column/ . Visitado el 4 de marzo de
2008.
Para el ser consciente primitivo todo tiene vida. An las aguas,
las rocas, el fuego, el aire, poseen cualidades de seres vivientes,
por lo tanto voluntad, y son capaces de entremezclarse con los
acontecimientos biopsquicos como si fuesen unos participantes
ms, con intereses, deseos e intenciones al igual que el ser
humano19.

Esta estructura de la creencia antigua es la base de una relacin sujeto sujeto con el
medioambiente, y no una relacin sujeto objeto que es una de las claves del
pensamiento y civilizacin occidental. Con el otro-sujeto se puede llegar a acuerdos,
contratos, y negociaciones; con el otro-objeto no hay acuerdos, slo una funcin de
objetivacin del otro para convertirlo en un otro dominado y sujeto al gobierno y deseo
del yo-sujeto. En el pensamiento de los pueblos primitivos, y desde una pertinencia de la
enunciacin, siendo la humanidad una posicin enunciativa Yo, a la naturaleza se le
otorga la posicin de dilogo Tu. De otro lado, en la visin occidental, la humanidad sigue
siendo un Yo enunciativo, mientras que a la naturaleza se le impone el lugar de El; de
aquello que no habla ni puede convertirse en Tu.

El regreso al orgen

Herclito fue uno de los primeros pensadores en el mundo en afirmar la constancia del
cambio, es decir, que el universo y todos sus elementos y componentes cambian y se
transforman constantemente, y si el recorrido (evitemos decir desarrollo o evolucin) de
la especie humana en este planeta lo ha llevado a un evidente conflicto con la naturaleza, el
recorrido podra eventualmente llevar a un nuevo contrato con la naturaleza.
Evidentemente, este nuevo contrato, y siguiendo a Herclito, no puede llevarnos de
vuelta al paraso perdido por nuestro pecado. Esta relacin de renovada armona con la
naturaleza no puede aparecer igual a la armona que reflejan las fotos que Silva nos
presenta de las gentes de la Amazona peruana.

Esta relacin de contrato entre humanos y naturaleza, como hemos visto, se funda en cierto
animismo en las culturas aborgenes, y en la enorme carga de /vida/ que se le otorga a los
elementos naturales, o de /animado/. Estos seres mitolgicos que construye Silva en esta
19
Vadas, Ladislao. El orgen de las creencias. Buenos Aires, El Cid Editor, 2007. Pg. 63.
nueva iconografa del hombre salvaje reflejan el ser que es uno con la naturaleza, y en
ese sentido la lectura visual de la unidad entre la figura humana y la figura animal es la
manifestacin de este aspecto que Silva (y casi todo Occidente) atribuye al pensamiento
pre-industrial o indgena. Ese es el paraso perdido, el que est soportado por una
mistificacin de los elementos, y por una antropomorfizacin de lo natural.

Para bien, o para mal la especie humana ya ha realizado ya casi todo el trayecto que
aparece en el cuadrado semitico que presentamos antes:

Cuadrado semitico de relaciones actanciales entre natura cultura

Anaconda Contrato Conflicto Laocoonte


nueva armona

Movimientos verdes No-conflicto No-contrato Mito de Edn


(contrato posible) (conflicto posible)

Recorrido que se muestra aqu como el paraso Ednico, o el paraso que nos muestra
Silva en su foto Anaconda, luego sobreviene la cada. En trminos concretos, la
humanidad dej la armona inicial (esa de las sociedades pre-industriales) y entr poco a
poco, a lo largo de los siglos en un definitivo conflicto con la naturaleza. El protocolo de
Kyoto representa la bsqueda de un nuevo contrato con la naturaleza, un nuevo equilibrio,
que permita la subsistencia de la naturaleza y de la especie humana. Lamentablemente, al
presente, el mencionado protocolo, y todos los esfuerzos de los movimientos verdes
representan simplemente el no-conflicto, pues an no se ha llegado a una clara situacin
de contrato, la tensin se sostiene. El relato de la especie humana y su relacin con la
naturaleza sigue en suspenso, un suspenso que an ha de durar varias dcadas ms, antes
de saber si nuestra historia tiene un final feliz.
BIBLIOGRAFA Y FUENTES

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2008.

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Kay, Jeanne. Concepts of Nature in the Hebrew Bible En: Environmental Ethics. 10, no.
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Vadas, Ladislao. El orgen de las creencias. Buenos Aires, El Cid Editor, 2007.

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